martes, 31 de julio de 2007

Bien hablado

Quienes escuchaban a Bordarini en alguna conferencia, clase o ponencia solían sorprenderse con sus cualidades de orador. A pesar de su voz aniñada, dejaba impávidos a los concurrentes ofreciendo pasajes deliciosos en cada una de sus alocuciones. Manejaba a la perfección el inglés, el chino mandarin y, por supuesto, el español. Con este último, mamado de su madre en Colombia y enriquecido en la Argentina, asombraba con un variado vocabulario que no lograba ser opacado por una única falla: agregaba una ese final al conjugar verbos en el pretérito perfecto simple para la segunda persona del singular.

lunes, 23 de julio de 2007

Raros peinados nuevos

A principios de la década de 1920, derrocada ya la última dinastía feudal, China se encontraba inmersa en el proceso de su emancipación ideológica. Eran los tiempos en que Shanghai se convirtió en la ciudad más próspera y abierta del país. Sus mujeres, primeras seguidoras de la moda occidental, no tardaron en sobresalir por su moderna belleza. Las estudiantes empezaron a abandonar sus anodinos peinados para probar diversos estilos, incluidos el pelo largo, corto o alisado, los rizos y las permanentes. Estas modificaciones introducidas en el aspecto del pelo realzaban la belleza y elegancia de las mujeres orientales.

En 1921 llegó al puerto de Buenos Aires el Namele, un reconocido barco de enseña española. Arturo, que siempre pasaba sus ratos libres en esa zona, conoció a Manuel, un rudo marinero catalán con quien pudo entablar una hermosa amistad. Manuel tenía una devoción: las mujeres orientales. Antes de partir el buque, Arturo recibió de Manuel, como señal de gratitud, una valija llena de revistas. En una de ellas hablaban de los "raros peinados nuevos" de la mujer china y del furor que estaba causando Li Huang con sus peluquerías a cielo abierto en Shanghai.


viernes, 6 de julio de 2007

Agua y Energía

A mediados de la década de 1940, el Estado argentino asumió el rol de formular las políticas y movilizar los recursos hidroeléctricos. El 14 de febrero de 1947, como producto de la fusión de la Dirección General de Irrigación y Centrales Eléctricas del Estado, se creó Agua y Energía Eléctrica (AyE) para responder a esos objetivos. Esta empresa prestó servicios de distinto tipo y llevó a cabo la transformación eléctrica del país. El estudio de las reservas hídricas, el aprovechamiento hidráulico de los saltos de agua y sus corrientes, el ordenamiento de los riegos fueron caminos que AyE recorrió con dificultades pero con decisión.

Desde este nuevo organismo, dependiente del Ministerio de Industria y Comercio, su primer director, Juan Eugenio Maggi, comenzó a ejecutar los proyectos aprobados por el Plan Quinquenal (1947-1951), entre ellos la ejecución de varias presas. Para entonces, Arturo Bordarini ya era un joven profesional de renombre mundial.
Arturo siempre se sintió argentino (siempre decía que le debía mucho a ese país que lo abrazó desde muy pequeño). Enterado de las políticas de AyE, y además conociendo a la persona y a las ideas del Ing. Maggi (que señalaban que las universidades nacionales debían formar patriotas primero y luego darles una sólida educación científica, oponiéndose a la creación de tecnócratas, apostando a construir un proyecto nacional que redundara en un desarrollo industrial, científico y tecnológico endógeno, de cara a las necesidades del país), sintió que no podía ser ajeno a todo ese proceso. Es así que, en un acto realizado en Mayo de 1947, con la presencia del Gral. Perón, Arturo se comprometió a ser quien comandara el grupo de asesores técnicos internacionales que abordarían las problemáticas de las presas por construirse. Por supuesto, Arturo realizó ese trabajo con mucha alegría y sin aceptar a cambio retribución económica alguna.

martes, 3 de julio de 2007

Sus reconocidas Presas

Arturo Bordarini se destacó entre sus pares por las Presas de su autoría. Propios y extraños caían rendidos ante sus obras. Las mismas no solo se destacaban por su diseño sino también por su estética y su presentación.

Pero Arturo tuvo una gran maestra . No podemos dejar de destacar la importancia de Azucena, su madre, quién enseñó a nuestro querido personaje diversas recetas y le transmitió todos los secretos culinarios que ella misma inventó en su añorada y lejana tierra colombiana.

Se cuentan mil historias acerca de las cenas que este prócer de la hidráulica preparaba para sus alumnos al concluir el período de clases. Vemos pues, que Don Arturo no solo regó de conocimientos a sus discípulos, sino que también, como hicieron otros grandes de la historia, preparó y compartío la mesa con ellos...

Curso completo de cocina colombiana

lunes, 2 de julio de 2007

Ven Te Chow

Sin dudas, Ven Te Chow tiene un espacio muy bien ganado entre los grandes de las ciencias del agua y la ingeniería. Nacido en China, emigrado a EEUU, Chow brilló como ingeniero, investigador y educador. La personalidad agradable, la paciencia inacabable, la modestia y el buen humor distinguían a esta gran personalidad de la hidráulica y la hidrología. Su rol de divulgador, quizá fue lo que más reconocimiento le trajo entre sus pares. Chow, en sus conferencias, siempre se refería a este tipo de cuestión conceptualizando acerca de las virtudes de compartir conocimiento; y agradecía haber tenido la suerte de pasar por aulas universitarias en China, donde había recibido educación de verdaderos ejemplos de solidaridad y horizontalidad en la enseñanza de la ingeniería.

Arturo Bordarini, docente de la National Chiao Tung University, en 1939, le dictaba clases a un aplicadísimo alumno: Ven Te Chow.